¿De cuántos meses son los primeros sueños?

¿De cuántos meses son los primeros sueños?

Ver a un recién nacido durmiendo es una experiencia maravillosa. Pero, ¿qué sucede detrás de esos ojos cerrados?

Cuanto más estudiamos el asunto, más descubrimos que los recién nacidos son grandes soñadores.

Ya en el séptimo mes de gestación, el feto pasa cada vez más períodos regulares de sueño tranquilo, que pueden durar de 5 a 10 minutos, en los que permanece inmóvil o con una motilidad muy reducida.

A estos les siguen momentos de vigilia y sobre todo periodos de sueño inquieto, con frecuentes movimientos. Esta última condición guarda una extraordinaria semejanza con el llamado "sueño REM" (del inglés Rapid Eye Movements, con movimientos oculares rápidos), el estado en el que sabemos que los sueños ocurren en el niño mayor o en el adulto.

En la década de los 80 algunos investigadores propusieron la fascinante hipótesis de que, mientras se encuentra en una fase de sueño inquieto, el feto experimenta alguna forma de vida psíquica, reelaborando las sensaciones derivadas de su movimiento, y que las huellas de estos procesos pueden quedar en la memoria del vida futura [Mancia, 1982].

Hoy en día, los estudios contemporáneos parecen resaltar que los niños comenzarían a soñar incluso antes de nacer. El Dr. Alan Greene, autor de "From First Kicks to First Steps" explica:

"Los bebés sueñan más en su primer día de vida que en cualquier momento posterior, y sueñan aún más antes de nacer. A lo largo del tercer trimestre de gestación, los bebés duermen la mayor parte del tiempo y sueñan la mayor parte del tiempo, soñando cosas que son experimentando a través de sus percepciones de la vista, el oído y el gusto. Sienten lo que está sucediendo en el mundo que les rodea, forman un recuerdo de ello y pueden transformarlo en contenido del sueño".

En la misma línea de pensamiento el profesor Allan Hobson, profesor de psiquiatría de la Facultad de Medicina de Harvard, quien durante una reciente conferencia organizada en Venecia titulada "El futuro de la ciencia", explicó a los presentes que el hombre empieza a soñar ya en el útero materno.

Ya pasadas las ocho semanas de gestación, paralelamente al desarrollo del sistema de activación ocular, el feto iniciaría su actividad onírica, que le permite venir al mundo con una especie de “preparación” para lo que deberá afrontar con el crecimiento. De hecho, tras algunos experimentos, el profesor Hobson ha examinado cómo en los bebés la fase REM es hasta 4 veces más larga que en los adultos (en los que equivale al 15-20% del sueño), ocupando alrededor del 82-90% del total. dormir.

En bebés prematuros, la fase REM sería un 5% más larga. El sueño del recién nacido es fundamental en el desarrollo de la conciencia primaria, que también compartimos con otros mamíferos y aves, que sueñan como nosotros, y que nos permite construir y venir al mundo con una especie de 'mapa de la realidad'.


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