Lactancia materna en casa después del parto
Cuando salgas del hospital o clínica, habrán pasado unos días desde el parto y, si todo ha ido sobre ruedas y tanto la madre como el bebé están bien, la lactancia ya habrá comenzado.
Si la partida transcurrió sin contratiempos gracias también al apoyo teórico y práctico de los profesionales de la salud después del nacimiento del niño, el regreso a casa con la familia permitirá una mayor relajación e intimidad entre la madre y el bebé básica para la continuación de uno de los momentos más intensos de la maternidad: amamantar a tu pequeño.
Las primeras veces que amamantes siempre se debe tener en cuenta que aunque el bebé busque el pecho por sí solo y de forma natural para alimentarse, es importante que la madre lo guíe para que se prenda de la manera correcta. En primer lugar, es fundamental encontrar la posición más cómoda para la lactancia: de ello dependerá la facilidad o no de colocar el pezón y la areola en la boca del bebé y además el bebé podrá succionar correctamente sin causar dolor en el pezón. . Muchas veces se subestima erróneamente este aspecto, pero es crucial y muchas veces es precisamente por la inexperiencia y la falta de información que la lactancia materna puede correr el riesgo de volverse difícil, dolorosa, perder todo su valor emocional y convertirse en una experiencia verdaderamente problemática.
Entonces, antes que nada, la madre debe estar cómoda, posiblemente sentada en un sillón cómodo para apoyar la espalda; alternativamente puede ser útil poner un cojín lumbar si en cambio, por ejemplo, te sientas en el sofá. En este sentido, también puede ser útil aprovechar la almohada DreamWizard utilizada para dormir durante el embarazo, que gracias al acolchado de microesferas de EPS se puede ajustar como soporte lumbar según tus necesidades.Si te sientes cómoda con las piernas relajadas, coloca los pies en el suelo está bien, de lo contrario puedes usar un taburete pequeño, lo importante es que todo el cuerpo esté relajado. El recién nacido debe mantenerse apoyado sobre una almohada y acercado al cuerpo de la madre que con el antebrazo y el codo sostiene la cabecita y con el otro brazo la espalda (posición de cuna). Cuanto más cómoda y relajada esté la madre, mejor fluirá la leche. Durante la toma, la madre suele sentir sed, esto es señal de que todo va bien, y es una buena costumbre tener a mano un biberón de agua y beber para reponer líquidos corporales mientras el bebé succiona.
Una gran ayuda puede ser utilizar un cojín de lactancia específico como FeedFriend, diseñado específicamente para apoyar la lactancia, el más cómodo tanto para la madre como para el bebé.
Posiciones para amamantar
Las posiciones recomendadas para amamantar son principalmente 4 y puedes probarlas todas para elegir tu favorita:
- la posición de cuna es generalmente la más adoptada por las nuevas mamás que la consideran natural y cómoda
- la posición de rugby o abrazo cruzado para niños más pequeños y para amamantar a 2 gemelos al mismo tiempo
cruzado, útil cuando el bebé lucha por agarrar el pecho de la manera correcta
- La posición tumbada se recomienda para la lactancia nocturna y para las nuevas madres que se han sometido a una cesárea.
¿Cómo saber cuándo el bebé está bien agarrado al pecho?
- lleva no solo el pezón sino también parte de la areola del seno a su boca
- el labio inferior está bien curvado
- la barbilla toca el pecho
- chupar la leche a un ritmo constante y regular
- a medida que avanza la alimentación, trague a intervalos más largos (esto se debe a que inicialmente las alimentaciones serán rápidas y poco profundas, luego más lentas y profundas)
- la madre no siente dolor en los pezones (al principio es posible una ligera molestia, pero es transitoria y normal)
Lactancia materna después del flujo de leche. ¿Qué sucedió?
De 2 a 5 días después del parto, se produce el flujo lácteo, es decir, la llegada de la leche real y esto sucede independientemente de si el bebé se adhirió o no inmediatamente al seno después del parto; esto se debe a que, de hecho, está influida por la expulsión de la placenta, a raíz de lo cual aumenta la producción de "prolactina", la hormona que estimula la actividad de la glándula mamaria.
Después de la llegada de la leche, hay dos patrones de lactancia a seguir: lactancia a demanda o lactancia con patrón fijo
Todos los pediatras coinciden en recomendar la lactancia a demanda , es decir, ofrecer el pecho al recién nacido tantas veces como lo requiera. Puede parecer muy exigente pero en realidad es un método que sigue un ritmo muy natural que se asienta en poco tiempo; solo durante las primeras semanas es posible que el pequeño pida mamar cada hora pero luego con el paso de los días la tendencia será la de intervalos de 3-4 horas entre una mamada y la siguiente. En este período, la madre deberá dedicarse a descansar para recuperar fuerzas, amamantar y cuidar al bebé, pidiéndole a papá apoyo para las tareas del hogar; de hecho, para una lactancia serena y sin problemas es muy importante que la madre no esté tensa ni estresada. Alrededor del tercer mes se saltará la toma de la noche cuando el recién nacido generalmente tendrá su última comida en la noche alrededor de las 11 p. m. y luego volverá a tener hambre alrededor de las 6 o 7 a. para descansar mejor.
En cuanto a la lactancia materna en régimen fijo , actualmente es poco practicada y poco sugerida ya que obliga al niño a comer a horas fijas, dejándolo llorar si se queja en otro momento. Los estudios han demostrado que este método es riesgoso con el tiempo porque altera el ritmo innato de hambre/saciedad por el cual cada niño sabe cuándo tiene hambre o está lleno, tanto que incluso en el caso de alimentación con leche de fórmula con biberón la tendencia es para cumplir con las solicitudes del niño, no imponer reglas establecidas. Esto supone que los padres cambian la situación si el recién nacido come menos de 6 veces al día; en esta situación siempre es recomendable consultar al pediatra o neonatólogo del hospital.
¿Cuánto dura la alimentación?
La duración de cada toma la establece el bebé que chupará la leche todo el tiempo que quiera. Normalmente, un tiempo máximo para tomar la cantidad suficiente de leche se estima en 30 minutos y durante los primeros 5 minutos la alimentación es vigorosa con un ritmo sostenido. Algunos bebés ya están llenos a los 10 minutos y puede ocurrir que dejen de mamar; no hay de qué preocuparse porque es probable que ya haya tomado la cantidad de leche que necesita en función de su apetito y necesidad física actual.
Si por el contrario el bebé succiona poco y con desgana y duerme más de 3 horas seguidas después de la toma, es recomendable despertarlo a las 3 horas para sujetarlo al pecho y estimularlo en la comida. Esto sucede si el pequeño tiene poco apetito o es un poco perezoso: la sugerencia es hablar con el pediatra o matrona o asesora de lactancia para recibir un asesoramiento personalizado en caso de que esta situación se mantenga en el tiempo.
¿Un pecho o los dos para la misma toma?
Depende de la madre, como ella prefiera y le resulte más cómoda: se pueden ofrecer ambos pechos dividiendo el tiempo de succión para vaciarlos juntos. Esto puede evitar llegar a la próxima toma con los senos demasiado hinchados y doloridos. De lo contrario, puede optar por un pecho por toma; todo depende de la cantidad de leche que se reproduzca y del momento.
Después de la alimentación
Cuando el bebé ha terminado de mamar, es recomendable que la madre masajee una gota de su leche en el pezón y la areola; esto ayudará a calmar el pezón que puede estar enrojecido, sanar algunos cortes que se hayan podido formar y dejar ese olor a madre en el pecho que se vuelve irresistible para los bebés incluso con menos apetito. El seno debe dejarse secar al aire durante unos minutos y luego cubrir los pezones con vasos absorbentes de leche que puedan mantenerlos secos hasta la próxima toma. Es muy importante que los pezones no estén en contacto con una superficie húmeda para evitar la maceración de la piel y la consiguiente formación de fisuras extremadamente dolorosas que en determinadas situaciones pueden incluso comprometer el éxito de la lactancia. Es recomendable utilizar vasos superabsorbentes de uso diurno y nocturno, envasados individualmente para ser más higiénicos y que no dejen olores, perfumes o residuos sintéticos y químicos en la tetina (que luego irán a parar a la boca del bebé). Hay varios tipos como las copas Nuvita 1202…
La lactancia materna es el momento más íntimo entre madre e hijo, una mezcla de emociones y sensaciones indescriptibles, incluidas las sensaciones físicas, un diálogo secreto formado por miradas y atenciones que no existe en ninguna otra relación humana. Es el momento del descubrimiento mutuo que necesita silencio, tranquilidad y buenos consejos solo de expertos. ¡Avisadas madres, suegras y cuñadas!